Chordeleg es reconocido por la habilidad de sus artesanas y artesanos; sobre todo de sus orfebres y/o joyeros, que crean verdaderas obras de arte y piezas de uso utilitario y decorativo Gracias a su memoria artesanal y artística viva, que se transmite de generación en generación; y a sus saberes anónimos, colectivos y de tradición, Chordeleg fue declarado Pueblo Mágico del Ecuador – 4 Mundos, por parte del Ministerio de Turismo.
La destreza de sus artesanos y artesanas orfebres, el atractivo natural y el cumplimiento de 15 requisitos técnicos y documentados, fueron los motivos para esta declaratoria a finales del 2020.
Con esta importante declaratoria se reconoce a la filigrana como un atractivo excepcional único del Ecuador; es decir se honra, exalta y otorga valor a la labor artesanal de los orfebres filigranistas del cantón, quienes de generación en generación mantienen vivo este arte oficio.
La palabra “Filigrana” se deriva de las palabras “filium-i” que significa hilo o fibra; y, “granum –i” que significa grano o pepita. La filigrana es una técnica que ha permanecido arraigada en sus pobladores desde la época de la colonia. Pocos fueron los maestros que sabían el arte de tejer hilos de plata y oro. Según la memoria oral, se cuenta que el primer filigranista fue Don Juan Octavio Jara; quien nació el 5 de agosto de 1926. Aprendió el arte de la filigrana de su tío, Don Fidel Zúñiga, en la década de 1940, quien compartió generosamente sus saberes anónimos, colectivos y tradicionales a sus hermanos, familia y a cientos de artesanos que han forjado el valor inmaterial del arte de la filigrana de generación en generación.
En 1980 mediante un convenio entre el Museo Comunidad Chordeleg y el SECAP, se contrató a los maestros filigranistas Gilberto Espinoza y Gonzalo Muñoz para rescatar esta tradición y transmitir sus saberes a más habitantes de Chordeleg. Desde esa fecha hasta antes de la tragedia de la Josefina gran parte de la población urbana se dedicaba a tejer la filigrana. El prestigio de sus joyas hizo que el cantón sea reconocido a nivel mundial; más aún, a partir del año 2004, gracias a la visita que realizaron las candidatas al Concurso Miss Universo.

Las 92 aspirantes al certamen, durante una visita a la ciudad de Cuenca lucieron los hermosos aretes de filigrana denominados “Candongas”. Este hecho marcó tendencia y puso de moda esta joya. La gran demanda de compradores nacionales y extranjeros, permitió que nuevas generaciones continúen con esta técnica; convirtiéndose hasta ahora en el símbolo más representativo del cantón.



La habilidad de los chordelenses de transformar los metales hasta convertirlos en finísimos hilos, dan lugar a hermosas joyas en oro y plata, trabajadas con una técnica especial denominada “fligrana”. Desde las culturas prehispánicas, el trabajo en metales. como el oro y la plata, han sido una de las características sobresalientes del esplendor del arte indígena.
Chordeleg guarda evidencias de piezas prehispánicas de piedra, cerámica y metalurgia, espectaculares hallazgos realizados en la tumbas o huacas; posicionándose así, como una de las regiones culturales prehispánicas del antiguo Ecuador con mayor tradición en el trabajo de la metalistería y la joyería. Los tesoros y las huacas descubiertos por la familia Serrano, han demostrado la fabulosa riqueza de las tribus y naciones asentadas en Chordeleg. Estos impresionantes hallazgos han evidenciado la gran habilidad de estas culturas, quienes, dominando técnicas muy complejas, como la fundición y la amalgama de metales, dieron origen a bellísimas joyas, utilizadas por los principales caciques y reyes de la nación.
Esta tradición milenaria ha sido continuada por los artesanos de Chordeleg. De sus talleres surge una riqueza imaginaria mestiza que se transforma en zarcillos, candongas, cadenas, anillos, pulseras, prendedores e infinidad de piezas decorativas y utilitarias.
Más de cien tiendas artesanales ubicadas en la urbe cantonal, exhiben las joyas trabajadas con esta técnica tradicional, de valor cultural ancestral; admiradas no solo por su belleza, historia y complejidad, sino porque expresan el talento que brota de las manos, mente y corazón de la gente de esta tierra, cuyos saber es forman parte del patrimonio cultural inmaterial del Ecuador.
Don Flavio Jara, hijo del reconocido filigranista Don Gilberto Jara, quien heredó la habilidad de su padre, cuenta que tiene más 50 años de experiencia en el arte de tejer la filigrana, explica que esta tradición data de tiempos inmemoriales. Sin embargo, dice, llegó a Chordeleg, por enseñanza de su tío Juan Octavio Jara, quien es considerado el primer filigranista de este cantón. Muchos vestigios encontrados en la zona, demuestran que somos un pueblo descendiente de los Cañaris. Ellos realizaban piezas de oro y plata; entre ellas una de las más importantes, encontradas: el “Chunucari” o “Sol de Oro”, símbolo del logoti





La elaboración de una pieza de filigrana requiere de una paciencia excepcional. Exige mucha precisión y destreza, ya que se debe tejer y armar el diseño, hasta conseguir un bordado a mano con hilos de plata y oro. Una sola pieza puede durar semanas o meses de elaboración. Los delicados diseños hacen que el trabajo se vuelva muy laborioso. La característica más destacable de la filigrana es su ligereza, ya que el principal elemento es el hilo de metal.
La creación de la filigrana empieza con la fundición del oro o la plata, hasta obtener una barra; luego, pasa por una herramienta de nombre hilera, que transforma el metal en finísimos hilos, que son entre torcidos para rellenar formas o figuras huecas previamente elaboradas; después, estirar, torcer y aplanar el oro y la plata en delgados hilos.
La creatividad, innovación y habilidad de los artesanos de Chordeleg ha distinguido a este rincón azuayo del resto de ciudades del país y del mundo, permitiéndole inclusive ser reconocida por la UNESCO, como “Ciudad Creativa, en Artesanía y Arte Popular”, desde el 31 de octubre de 2017; y desde el 1 de diciembre de 2020 como Pueblo Mágico del Ecuador – 4 Mundos.
Una de las joyas emblemáticas trabajadas con esta técnica es la “Candonga Más Grande de Mundo”. Mide 1.73 de alto por 1.00 de ancho. Su confección se realizó en un mes, aproximadamente, y se utilizaron 18 mil gramos de plata (AG) pura. Esta pieza se exhibe en el Museo Municipal, ubicado en el bien patrimonial Centro Cultural Casa González, en la calle Juan Bautista Cobos y Eloy Alfaro, esquina (a una cuadra del Parque Central José María Vargas).
El arete “Candonga” tiene una forma piramidal, consta en la parte superior de un trébol seguido de dos medias lunas con asas colgantes de láminas cuyos extremos se unen al trébol, en el medio tiene un hermoso y delicado tejido de finos hilos de plata con el que se va dando forma a un elegante bordado.
El arte de tejer la filigrana se puede observar también en dos de las principales vías de acceso a la ciudad, las calles Juan Bautista Cobos y Carlos Serrano. Estos espacios exhiben en sus postes “Candongas” y “Campanarios”, gigantes, como un símbolo del trabajo de su gente.
En el centro de la ciudad, se aprecia la belleza de las joyas. Más de ciento cincuenta joyerías ubicadas a lo largo de la urbe, exhiben en sus vitrinas obras de arte. Se puede encontrar piezas únicas elaboradas con esta técnica. La identidad le da voz al quehacer ancestral, que además de lo tangible de la joya, tiene relación con su compleja construcción y su delicada belleza. Los saberes ancestrales permanecen a través del tiempo y continúan vivos, como viva continua la tradición en cad a obra de arte trabajada por las hábiles manos de los maestros, orfebres, artesanos y artistas de Chordeleg.
El GAD Municipal de Chordeleg cada año celebra el aniversario de la Declaratoria de Chordeleg como Pueblo Mágico del Ecuador – 4 Mundos. Se programa una agenda festiva cultural, artística y artesanal; para seguir activando y dinamizando la economía de los chordelenses, ya que coincide, generalmente, con el feriado de las Fiestas de Fundación de Quito.